Los datos muestran cómo las ventas de usados procedentes de flotas continuaron siendo el motor del mercado de ocasión
Sin embargo, los datos muestran cómo las ventas de usados procedentes de flotas continuaron siendo el motor del mercado de ocasión, a pesar de la crisis. Así, los vehículos de entre tres y cinco años mantuvieron la inercia y crecieron un 9,5% hasta marzo, con un total de 47.961 unidades; en contraste con las caídas generalizadas del resto de tramos de antigüedad durante el primer trimestre. Concretamente, estos usados procedentes de flotas aumentaron su peso dos puntos hasta representar el 10% del total del mercado de VO.
El usado eléctrico, al alza
En un análisis por fuentes de energía, los datos ponen de manifiesto cómo los usados diesel -que representan el 59,7% de la oferta- fueron los que más cayeron, con una bajada del 13% en el primer trimestre, hasta situarse en un total de 291.938 unidades. Los de gasolina, por su parte, descendieron un ligero 3,6%.
En el caso de las tecnologías alternativas, es curioso comprobar cómo ante la caída generalizada de las fuentes de energía convencionales, el usado eléctrico disparó un 54% sus ventas y, aunque es cierto que apenas representa el 0,2% del total, registró cerca del millar de unidades vendidas.
De esta forma, al igual que ocurrió en el mercado de nuevos, el eléctrico salió mejor parado de esta crisis. De hecho, sus matriculaciones cayeron a un ritmo del 43%, frente al descenso de casi el 70% registrado por el mercado total de VN.
Según el presidente de Ganvam, “el mercado de eléctricos tiene todavía mucho recorrido, de ahí que su comportamiento sea mejor. Lo que sí es cierto es que a medida que vayan pasando las semanas, todas las cifras irán a la baja. Hay que tener en cuenta que muchas de las ventas registradas en la última quincena de marzo, cuando ya la actividad comercial estaba completamente parada, son operaciones cerradas con anterioridad y cuya transferencia se ha tramitado días más tarde".
Plan de choque
Ante esta situación, y aunque cobra cada vez más fuerza la posibilidad de que el estado de alarma se prolongue más allá del mes de abril, la patronal de la distribución ve imprescindible tener ya la mirada puesta en el “día después”. De ahí, que trabaje en un plan de choque sectorial donde además de medidas económicas y laborales orientadas a proteger el empleo y el tejido productivo, haya también un bloque orientado a estimular la demanda.