La obra, que ha sido adjudicada a Torrescamara, permitirá reforzar la operatividad del muelle Serpis
Las obras de refuerzo de esta infraestructura tienen un plazo de ejecución de ocho meses, por lo que se prevé que estén finalizadas durante el primer trimestre de 2021. Esta adjudicación supone una apuesta de futuro por el desarrollo del puerto de la capital de la Safor ya que le permitirá la sustitución de sus actuales grúas por otras de mayor potencia. Actualmente, las dos grúas situadas en el muelle Serpis tienen una capacidad de carga de 1,5 toneladas, lo que limita las prestaciones del recinto. Las obras que se van a acometer permitirán la instalación de grúas más modernas y capaces de trabajar con cargas de hasta 40 toneladas y con un alcance de hasta 33 metros, lo que permitirá ampliar las prestaciones y la agilidad del puerto.
En concreto, la obra que se va a acometer en el recinto supondrá la demolición de la actual viga cantil de hormigón en masa y su sustitución por otra de hormigón armado. Esta modificación permitirá asegurar que las cargas se reparten en una longitud y amplitud suficiente de muelle para evitar concentración de tensiones en el cemento. Para evitar la paralización de la actividad que, actualmente, se realiza en el Muelle Serpis se ha dividido la obra en dos fases, de modo que mientras se trabaja en una mitad del muelle, se puede operar en la otra y viceversa.
El muelle Serpis del puerto de Gandía tiene una longitud de 316 metros, con un calado que oscila entre los nueve metros en la zona próxima al tacón ro-ro, y los diez metros de profundidad, en el extremo más exterior del muelle.
Apuesta por el puerto de Gandía
La mejora del muelle Serpis supone una muestra más de la apuesta de la Autoridad Portuaria de Valencia por el puerto de Gandía. De hecho, este recinto se convertirá en el primer puerto de Europa en ser autosuficiente energéticamente con la instalación de una central fotovoltaica de 2 MW de potencia que se ubicará en la parte superior del acceso sur que entró en funcionamiento el pasado mes de enero. El nuevo acceso sur, que supuso una inversión de 2,35 millones de euros para la construcción de dos esclusas de entrada y dos de salida totalmente automatizadas, permitió liberar del tráfico de más de 100 camiones diarios al barrio del Grau.