Strobel y sus colaboradores siguieron investigando, descubriendo que, en condiciones de laboratorio y con bajos niveles de oxígeno, producía diferentes moléculas que producen hidrógeno y carbono, y que se encuentran en el diésel. Es decir, micodiésel.
"Se trata de los primeros organismos hallados que fabrican alguno de los ingredientes del diésel", ha declarado Strobel a través de un comunicado emitido por la Universidad de Montana. "Es un gran descubrimiento, cuyo principal valor no es el organismo en sí, sino los genes responsables para la producción de esos gases", ha añadido. "Hay ciertas enzimas que son responsables de la conversión de sustratos como la celulosa en micodiésel".
Pese a la importancia del descubrimiento, Strobel ha reconocido que se trata de un primer paso experimental, por lo que aún es demasiado pronto para hablar de comercialización. Aún así, otros científicos ya han comenzado a estudiar su genoma. De llegar a producirse masivamente, afirman los expertos, el hallazgo de este hongo podría convertirse en una verdadera revolución en la industria de los biocombustibles.
Los resultados de la investigación han salido publicados en la revista 'Microbiology'.