Más del 53 % de la energía final consumida en España procede del sector del combustible, que no solo mantiene su peso estratégico en el suministro nacional, sino que también avanza decididamente hacia un modelo más limpio. Así lo refleja la Memoria 2024 publicada por la Asociación de la Industria del Combustible de España (AICE), que subraya su creciente compromiso con la sostenibilidad y su relevancia para la economía del país.
Un sector clave para la economía y el suministro
Según el informe, la industria del combustible sostiene más de 200.000 empleos, representa la cuarta actividad exportadora del país —con un saldo neto de más de 24.000 millones de euros— y aporta más de 43.000 millones a las arcas públicas, lo que equivale a casi tres puntos del PIB. Además, cuenta con nueve refinerías, que forman el sistema de refino más flexible y productivo de la Unión Europea.
En 2023, el sector suministró más del 53 % de la energía final consumida a nivel nacional, confirmando su papel esencial para la seguridad y garantía del suministro energético.
Combustibles renovables: una palanca de descarbonización
La apuesta por los combustibles renovables cobra especial protagonismo en esta memoria. En 2024, el 11 % del combustible utilizado en carretera fue de origen renovable, lo que se traduce en una reducción del 83 % de emisiones de CO₂ respecto al combustible fósil sustituido, según el Ministerio para la Transición Ecológica. Además, en España ya es posible repostar 100 % renovable en más de 800 estaciones de servicio.
Cada punto porcentual adicional de mezcla de renovables podría evitar hasta 800.000 toneladas de CO₂ al año, de acuerdo con un estudio de NTT Data.
Transformación y liderazgo sectorial
Este es el primer informe que se publica bajo el nombre de AICE, evolución de la anterior AOP, un cambio que refleja el nuevo rumbo del sector. Para Olvido Moraleda, presidenta de AICE, se trata de “un momento de transición” que impulsa a la industria a consolidarse como un referente competitivo en el camino hacia la neutralidad climática.
Por su parte, Elena Mateos, directora general, señala que el sector está preparado para “seguir aportando certezas en un futuro descarbonizadamente eficiente”, tanto en transporte y desplazamientos como en el suministro estratégico a otras industrias.
La memoria 2024 deja claro que el sector de los combustibles no solo mantiene su protagonismo económico, sino que se alinea con los objetivos climáticos para asegurar una transición energética ordenada, innovadora y con impacto directo en la autonomía estratégica de España.
