Esta nueva consideración conlleva, a juicio de los gestores de la dirección de Tráfico vasca, la necesidad de dar una mayor fluidez al tráfico de acceso y salida de la capital, para lo que resulta necesario establecer determinadas restricciones a la circulación de vehículos pesados, que en la actualidad utilizan mayoritariamente la A-8 como paso en sus trayectos de largo recorrido por el norte peninsular.
Para garantizar este último aspecto, estableciendo un control efectivo sobre la circulación de vehículos pesados, es necesaria la instalación en la A-8 de sistemas complementarios de control ITS (cámaras, paneles...) además del correspondiente cableado óptico. Las obras se realizarán entre los enlaces de Cruces y Larraskitu-Variante Este y cuando estén concluidas, la dirección de Tráfico contará con los mecanismos necesarios para realizar el seguimiento y la ordenación del tráfico de camiones, vía telemática, labor que se verá complementada con la vigilancia que sobre la propia carretera realiza la Ertzaintza.