José Prada, gerente de la empresa, ha destacado que "a pesar de que cuesta 120.000 euros más que un vehículo convencional, el coste se amortiza durante la vida del vehículo". Además, ha afirmado que las emisiones sonoras son más bajas que en un autobús diésel y que puede llegar a ahorrar hasta el 30% de combustible.
"Estamos comprometidos con la reducción de las emisiones y el ahorro energético, y seguiremos probando modelos de vehículos para valorar su incorporación a la flota de autobuses de la Compañía de Tranvías hasta hallar el que más se adecue a las características específicas de la ciudad", ha señalado la concejala de Movilidad, Yoya Neira.
Se trata de un modelo de MAN que cuenta con un sistema de recuperación de energía que permite reducir hasta un 30% el consumo de combustible y las emisiones de CO2. Además, entre otras características arranca exclusivamente en modo eléctrico, sin humo y sin ruido.