"Los Estados miembros de la UE se han fijado metas ambiciosas para las energías renovables que solo pueden sustentarse de modo significativo con fondos europeos si se introducen mejoras en la gestión de los programas de gasto", declaró Ladislav Balko, Miembro del TCE responsable del informe. "La Comisión también debe asegurarse de que los programas financiados en los Estados miembros tienen una buena relación coste-eficacia".
El TCE constató que los proyectos controlados obtuvieron las realizaciones previstas y, en su mayoría, eran suficientemente maduros y estaban listos para su ejecución cuando fueron seleccionados. Tampoco registraron sobrecostes o retrasos importantes y la capacidad de producción energética se había instalado según lo previsto y funcionaba. Sin embargo, no siempre se obtuvieron ni midieron adecuadamente los resultados en cuanto a producción energética. La relación coste-beneficio general de los fondos de la política de cohesión destinados a apoyar la producción de energías renovables ha contribuido de forma limitada al cumplimiento del objetivo de cuota de 2020, debido a que el principio de coste-eficacia no ha regido la planificación y ejecución de los proyectos de producción de energías renovables, y a que el valor añadido europeo de los fondos de la política de cohesión ha sido limitado.