Inicialmente, De Lijn planea convocar licitaciones por 60 autobuses eléctricos de 12 metros que se agregarán a la flota en otoño de 2022. Los contratos para estos se adjudicarán a dos proveedores, con la opción de reordenar autobuses eléctricos en varias fases más adelante. Estos autobuses eléctricos deben poder viajar al menos 220 kilómetros sin una parada de carga en las condiciones más difíciles. La licitación se publicará en breve.
Además de la gama, De Lijn ha formulado sus requisitos iniciales. Por ejemplo, los vehículos deben contar con rampa eléctrica para pasajeros con silla de ruedas o cochecitos de bebé. Además, se le dará al interior un "carácter acogedor", a través de un "piso cálido con apariencia de madera, iluminación LED y asientos hechos de cuero artificial reciclado".
En la primera fase, se integrarán tres estaciones de autobuses, concretamente Genk-Winterslag, Destelbergen cerca de Gante y Kortrijk. En el proceso, los depósitos estarán equipados con estaciones de carga y el personal en los sitios también será capacitado en consecuencia, dijo De Lijn. Desde 2019, De Lijn ha adquirido exclusivamente autobuses con propulsores alternativos. Hasta ahora, estos solo tienen autobuses con propulsores híbridos, como los 200 autobuses híbridos que la compañía ordenó en VDL.
La ministra flamenca de Movilidad, Lydia Peeters, dice: "Con esta licitación, vamos un paso más allá: autobuses eléctricos que funcionan completamente libres de emisiones gracias a la tecnología de baterías". “De Lijn está decidido a hacer que toda su flota esté libre de emisiones para 2035”, dice Ann Schoubs, gerente general de De Lijn. El objetivo previsto en el acuerdo de la coalición flamenca de utilizar solo autobuses de cero emisiones en las ciudades a partir de 2025 fue abandonado nuevamente. Schoubs dijo al comité de movilidad del parlamento flamenco en marzo que este objetivo era “poco realista”. En enero del año pasado, De Lijn dijo que iban a adquirir hasta 970 e-buses a corto plazo.
