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Ford Raptor, el sueño de cualquier especialista cervical

miércoles 19 de abril de 2023, 07:00h

Hace ya algunas fechas, tuvimos la oportunidad de probar durante unos días el nuevo e imponente Ford Raptor. Y la primera conclusión, que obtuvimos apenas media hora después de ponernos al volante, es que sería el sueño de cualquier especialista cervical.

Porque fueron centenares los giros bruscos de cuello provocados a su paso durante el test. Bien es cierto que su llamativo color anaranjado y el aspecto exterior que presenta, ayudan a que despierten tal curiosidad.

Pero esto no debe desviarnos de la cuestión definitiva: es un 'juguete' de elevadas prestaciones y con un confort al nivel de cualquier turismo de alta gama.

El exterior

El exterior del vehículo es... Pongan el calificativo que prefieran, porque seguro que acertarán. Transmite todo lo que pretende ser el vehículo: robusto, elegante, potente. Incluso con un punto de reto para el resto de los usuarios de la calzada. Durante la prueba, fueron no pocos los que nos cedieron el paso, algunos para luego volver a adelantarnos, en repetidas ocasiones, a fin de contemplar el Raptor desde distintos ángulos.

En la parrilla destaca, aún más, el logo de la marca, enmarcado entre los grupos ópticos, que parecen 'abrazarle', cumpliendo su función de máxima visibilidad nocturna. Todas las líneas laterales fluyen hacia la trasera, permitiendo una aerodinámica que contribuye a reducir un poco el consumo, aunque no sea ésta la principal preocupación de Ford a la hora de comercializar el Raptor (aun así, la media de nuestra prueba, tras 300 km por distintas vías y superficies, superó levemente los 12 litros).

Por terminar con la parte externa, la trasera es algo es algo más sobria que el resto del conjunto, pero recuerda que hablamos de un Ranger y los grupos redundan en la estética global. La unidad testada contaba con tapa en la zona de carga, la cual además incorpora dos luces y una toma de corriente estándar.

Equipamiento interior

Una vez en el interior, el confort te envuelve desde el primer momento. Los ribetes del mismo color de la carrocería que adornan desde el volante hasta el salpicadero, pasando por los asientos, rezuman lujo y calidad, sobre todo en el tacto del volante. Y a nadie se le escapa la consola central, de colocación vertical, que concentra toda la atención, además de la información más necesaria, complementando así a las 12,4" del display ordinario.

Tanto las botoneras como los instrumentos integrados en el volante multifunción son bastante fáciles de utilizar, aunque la cantidad de utilidades que propone Ford hace casi imposible tener en mente todas ellas. Al final, lo conveniente es configurar el display con lo que a cada uno le interese, simplificando las cosas.

Multitud de funciones, algunas muy novedosas, como el Trail Control

Eso no quiere decir que el resto de aplicaciones deba caer en el olvido. Ni mucho menos. Por ejemplo, el sistema Trail Control es digno de ser probado. Permite superar casi cualquier tipo de obstáculo a una velocidad previamente programada, entre 2 y 18 km/h. Y el resultado es más que recomendable.

El Raptor cuenta con cuatro modos de funcionamiento del motor (un 3.0 Ecoboost de casi 300 CV) y siete de conducción, que adaptan todas sus prestaciones al tipo de vía y a los requerimientos de cada conductor. En el más extremo, se hacen notar los múltiples bloqueos que se montan, incluido el central, que combinado con las suspensiones Fox Live Valve, confieren al vehículo una estabilidad más que notoria.

El resto de los datos más técnicos los publicamos con motivo de su presentación a la prensa, por lo que no los repetiremos. Pero las sensaciones con el nuevo Raptor no pudieron ser mejores, incrementando en casi todo (el chasis es casi el mismo que en la versión de 2019) a sus generaciones anteriores. Un acierto de Ford que veremos el impacto que tiene en el mercado, aunque, desde luego, no está pensado para que lo controlen todas las manos. Eso sí, cuidado con el cuello si te lo encuentras.