Luz, ruido y limpieza
Una de las cuestiones que más nos llamaron la atención, nada más entrar en la planta, fue su limpieza, que, en combinación con una gran luminosidad y un escaso nivel de ruido, “consiguen que sea un espacio agradable para trabajar”, nos decía el director de la instalación. De hecho, casi la mitad de la plantilla tiene más de 25 años de experiencia y proceden de la antigua planta de Opel, lo que da idea de la longevidad y el compromiso de pertenencia que mantiene buena parte de los empleados.
Las buenas condiciones de trabajo redundan en una alta longevidad y sentido de pertenencia
La tecnología, sin duda, ayuda a todo esto. Cabe destacar que el grado de participación humana en el montaje es muy elevado, puesto que no hay robots en la línea, pero las herramientas son “inteligentes. Por ejemplo, las que sirven para apretar la tornillería, detectan el cabezal que utiliza en cada momento el operador, y ajusta la presión que debe ejercer en cada caso”, explica Peter, reduciendo los errores y el cansancio del personal.
El último dato curioso que nos comentó el director fue que “alrededor del 75% de las transmisiones pasan por el Centro de Personalización, un porcentaje que va en aumento” (labor compleja, pues cuentan con más de 500 opciones de producto final).
El ACE
Es un espacio del que en Allison están especialmente orgullosos. Construido hace 12 años, cuenta con espacio cubierto en el que se explica su historia mediante una proyección (adaptada al idioma de los visitantes, por cierto), una terraza superior que permite contemplar todas las pruebas y una doble pista de tests, una asfaltada con zona de maniobras y otra destinada a los vehículos off-road, con una triple pendiente más que considerable para poner a prueba en las condiciones más complicadas las prestaciones de cada transmisión.
Durante nuestra visita, tuvimos oportunidad de comparar una transmisión Allison con otra de la competencia (en camiones Scania de la misma configuración), la nueva propuesta de nueve velocidades (sobre un Iveco Eurocargo), una caja automática de la Serie 3000 en un Mercedes Econic y una 4000 en un Zetros de Mercedes, así como la versatilidad que ofrece sobre un Temsa MD9 para transporte de viajeros. La suavidad del cambio, la facilidad de maniobra y la nula pérdida de potencia en cada cambio fueron las notas destacadas.
El viaje lo compartimos con Trond Johansen, director comercial para Europa de Allison; Juan Álvarez, responsable de FCC Medio Ambiente; y dos miembros de MAN Iberia: Alberto Caffa, comercial de vehículos especiales, y Jesús Sancho, del Departamento de Producto.
Este es el balance de la visita de cada uno de ellos:
Juan Álvarez: “Me ha llamado la atención la limpieza y el orden en la planta, porque confiere una gran impresión que, a buen seguro, se traslada al producto. Además, la comparativa entre productos nos ha permitido apreciar las diferencias. Este viaje refuerza la decisión que, en su día, tomamos en FCC de montar Allison en todos nuestros camiones pesados”.
Alberto Caffa: “Me ha llamado la atención el porcentaje de trabajo manual de la planta, no tan robotizada como se podría esperar, y creo que eso denota cuidado del producto. También me ha sorprendido la suavidad del cambio durante la prueba, y me gustaría haber tenido más tiempo para poder profundizar un poco en todo lo que hemos visto”.
Jesús Sancho: “Un viaje muy completo. Parece un lugar agradable para trabajar, y con el vídeo y las pruebas nos hemos hecho una idea muy completa de todo. La aceleración de la transmisión es muy notable, sin caída de par, lo que para vehículos de bomberos es esencial, y se aprecia durante las pruebas que hemos realizado”.
Trond Johansen: “El intercambio de experiencias y opiniones durante el viaje, con personas de diferentes ámbitos, ha sido muy enriquecedor. Hemos analizado el producto, conociendo lo que necesitan los clientes y lo que proponen los fabricantes, y espero que las conclusiones sirvan para que podamos mejorar en el futuro”.