Ignacio Rodríguez, responsable de Planificación de Red de i-DE, apuntó que “España destina 30.000 millones de euros anuales a exportar crudo. Hasta ahora, igualar las operaciones con renovables era complejo, pero ahora ya sale la cuenta y permite ser competitivos, aportando además al PIB interno. Nosotros, nos lo creemos, y adicionalmente, está la responsabilidad ecológica”. Rodríguez reconoció que su empresa recibe “solicitudes de más de 10.000 MW de parte de procesos que se están electrificando, por lo que la demanda es enorme, y para agilizarla necesitamos un entorno óptimo de inversiones. En cuanto a la distribución, a pesar de que la calidad es altísima, las partidas actuales sólo permiten renovar la red y un crecimiento lento. Necesitaríamos más fondos y coordinación en puntos de recarga”.
'Es necesario acortar los plazos de obtención de los permisos'
A continuación Álvaro Vázquez, CEO en España de ABB eMobility, afirmó que “la única forma de que funcione el proceso de electrificación es que sea rentable. Ahora, tenemos el reto de adaptar al mercado la infraestructura para muchos años, con la dificultad de no saber cómo serán los camiones dentro de 20 años. Tenemos que diseñar proyectos reales, pero con coherencia, con un concepto global y soluciones locales. Hay que garantizar la operativa, ya que al Sector no le vale con que lo intentemos”.
David Huete, director de Desarrollo de Negocio de Zunder, recalcó por su parte un mensaje más optimista, apuntando que “en 2030, tenemos que alcanzar una capacidad de 3,6 kW. Una estación cada 150 km”, como se requiere desde Europa, supone “tener 110 estaciones, y Zunder cuenta con más de 500 proyectos. Estamos trabajando en ello, y hace falta un poco de apoyo para dar credibilidad a este esfuerzo. En 2025, cuando habrá más oferta de camiones, la red estará construida y estaremos preparados para la transición”.
Otra de las mesas de la jornada corrió a cargo de los productores de vehículos eléctricos
Jorge Muñoz, anfitrión y responsable de Smart Mobility en Iberdrola, afirmó que “como se irá igualando el precio inicial de compra y el de operación es imbatible, el futuro de la electromovilidad será real. Las baterías irán mejorando, porque son el sistema más eficiente”, tanto que, a su juicio, “para usos de corto y medio recorrido, ya estamos muy cerca de la rentabilidad en el TCO”. Como obstáculo a salvar, mencionó que “pasa mucho tiempo entre que se toma la decisión de inversión hasta que el proyecto es operativo. Supera los tres años actualmente, un periodo en el que ya se necesitarán potencias mucho más altas, lo que abre la puerta a que algunas decisiones no se tomen. Entre todos, estamos a tiempo de agilizar eso, porque los camiones se van a vender y la duda no puede generarse por la infraestructura”. Para concluir, reconoció que Iberdrola cuenta con “1.000 puntos construidos esperando los permisos”.
Y Adolfo Rebollo, CEO de Ingeteam, cerró la primera ronda de intervenciones apostando por “el MCS, que lleva mucho tiempo llegando, pero le está costando. La tecnología está, ahí no hay problema, que se encuentra en el desfase con la llegada de la potencia. Tenemos mucho producto entregado que no está operativo por esta razón. La Administración va muy por detrás”. También es clave la estandarización, “que está sin aprobar” y, entre tanto, “no sabemos a qué potencia hay que cargar”. Su último apunte sirvió para defender “el penalizar la falta de disponibilidad” en los puntos de recarga, algo que es inadmisible.
Debate posterior
Una vez abierto el debate, Rodríguez añadió que “el proceso tendrá que cambiar porque lo previsto no es suficiente. La red española de distribución eléctrica es de las mejores que existe, robusta y económica, pero con los permisos tenemos un quebradero de cabeza que tenemos que solventar en aras de la competitividad. Quien tenga que asumir la responsabilidad de la coordinación, que la ejecute. Tenemos que favorecer el crecimiento del país, pero a veces nos trasciende”.
El mapa de capacidad de consumo en paralelo al mapa de generación estará listo tras el verano
En esa línea, Muñoz entiende que se debe comenzar por llevar las altas potencias disponibles “a las bases de los operadores, y hace falta planificar la red en zonas de alta demanda (que se conocen) para ir adecuando el proceso”, una idea apoyada por el responsable de i-DE: “El mapa de capacidad de consumo en paralelo al mapa de generación estará listo tras el verano”.
Huete también hizo constar que “se han ido dando pasos en función de nuestras demandas, como las reclamaciones responsables y las licencias, pero sólo en la estación de recarga. Sigue pasando mucho tiempo de espera para conectar los equipos a la red, algo que se debe regular”.
Vázquez, por su parte, abogó por “un cambio de mentalidad. Los operadores tienen que trabajar y nosotros tenemos que ayudarles a ser rentables montando la infraestructura que necesitan, allí donde la necesitan. En Suecia, ABB monta MCS reales en Suecia. Y aquí no es posible. Es infraestructura, y tiene que planificarse, igual que un puente, por ejemplo. Montar un MCS es más fácil, porque sabes dónde hacen falta y se van a necesitar. Por nuestra parte, estamos deseando que salga la norma para poder garantizar a los clientes nuestro servicio”.
Muñoz concluyó que existen “muchas incertidumbres, faltan protocolos, estándares… Para que esto acelere, necesitamos mayor claridad para saber por dónde empujar. Tomamos decisiones a muy largo plazo y necesitamos algunas certezas”, a lo que Huete añadió que “debemos desplegar la red y que el usuario vea que funciona”.
