Y el ICCT, de la mano de Nicole Egerstrom, Eamonn Mulholland, Jan Dornoff, Josh Miller y Felipe Rodríguez, se ha propuesto analizar lo que su reducción de emisiones puede suponer, en términos positivos, para la salud pública. Las reducciones se convierten en cambios en el número de muertes prematuras por medio del modelo de Evaluación Rápida de las Emisiones del Transporte (FATE, por sus siglas en inglés). Este análisis modeliza la degradación de los sistemas de control de emisiones de emisiones según los requisitos de durabilidad definidos en Euro 6/VI y Euro 7. Descripción de los escenarios Modelizamos la reducción de emisiones y los beneficios para la salud en cuatro escenarios: Situación de referencia Euro 6: Aplicación de la versión más reciente de Euro 6/VI a todos los vehículos hasta 2050. Propuesta Euro 7: Adopción de las normas Euro 7 propuestas por la CE en comparación con las proyectadas bajo las actuales normas Euro 6/VI. Aumento del rigor de Euro 7: Aumentar el rigor de las normas Euro 7 más allá de la propuesta de la CE. Retraso de Euro 7: Retrasar la adopción de la propuesta hasta cinco años, en línea con las recientes enmiendas propuestas por la comisión ENVI. Todos los escenarios tienen en cuenta el efecto de las normas de CO2 en el número de matriculaciones de vehículos de combustión interna. Cálculos posteriores Los beneficios para la salud de la propuesta Euro 7 y de los escenarios de mayor rigor se calculan en base a Euro 6, un caso en el que los Ligeros que cumplen con Euro 6e y los Pesados que cumplen con Euro VI-E se venderán hasta 2050. Las emisiones y los impactos sobre la salud de un retraso de uno a cinco años se calculan en relación con la propuesta Euro 7, mostrando así el impacto marginal que un retraso tendría sobre los beneficios de la propuesta. Los factores de emisión de los vehículos Euro 6e y Euro VI-E se basan en mediciones de campañas de teledetección para reflejar los niveles de emisiones del mundo real. En todos los escenarios se aplica el mismo nivel de penetración de los vehículos de emisiones cero; en el caso de los Ligeros, se han utilizado los índices de ventas indicados en el Escenario de Compromisos Anunciados de la Agencia Internacional de la Energía, que modela el despliegue tecnológico necesario según las normas de CO2 adoptadas para turismos y furgonetas en Europa. En el caso de los autobuses urbanos, el objetivo es del 100% para 2030.