El presidente de Astic, Marcos Basante, ha escrito su carta a los Reyes Magos para NEXOTRANS.com, en la que pide como regalo principal para 2024 “continuar avanzando con el nuevo equipo del ministro Óscar Puente dentro del marco legislativo impulsado en 2022, tras los acuerdos alcanzados entre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC)”.
Muchos retos por delante
La Asociación de transporte internacional detalla
lo que espera al Sector este nuevo año
Sin embargo, luego formula tres deseos que espera que se vean cumplidos:
1º deseo.- “Aligerar la asfixiante carga impositiva y de costes sociales que sufre el transporte por carretera. Este Sector ya desembolsa 12.000 millones de euros anuales a las arcas públicas, la mayor parte procedente del Impuesto Especial sobre los Hidrocarburos. En 2023, el Gobierno ha subido las bases máximas de cotización un 8,6% (las empresas españolas de transporte por carretera soportan una carga social anual por cotizaciones 1.000 euros superior a las alemanas por cada conductor). No podemos olvidar que los salarios de los conductores es la principal partida de gasto, junto con el combustible, para una empresa transportista”.
‘Que cada empresa decida libremente qué energía verde utilizar’
2º deseo.- “Reclamamos una transición energética realista, justa e inclusiva. Pedimos que se respete el principio de neutralidad tecnológica, de forma que se incentive el uso de un mix energético que, además de la electromovilidad, también contemple el hidrógeno verde, el gas natural vehicular y los combustibles renovables. Es clave que no se discrimine ninguna de estas energías limpias para que sean las propias empresas las que decidan libremente qué energía ‘verde’ utilizar para propulsar sus camiones, autobuses y furgonetas, según recorran rutas internacionales, nacionales o de última milla”.
3º deseo.- “Medidas urgentes para paliar la escasez de conductores profesionales. Necesitamos entre 10.000 y 15.000 transportistas de mercancías y 6.000 de pasajeros. Unas cifras que se dispararán en los próximos años si no adoptamos ya medidas urgentes teniendo en cuenta que más del 70% de los chóferes de camión en activo supera los 50 años y que no hay relevo generacional que cubra estas jubilaciones. Una carencia de profesionales que ya está impactando en las operaciones de muchas de nuestras empresas: entre el 3 y el 5 % de las rutas internacionales del transporte por carretera sufren cancelaciones de viajes de forma esporádica o se posponen por falta de conductores profesionales. El Ejecutivo ya ha empezado a facilitar que los extranjeros de países extracomunitarios puedan trabajar como conductores profesionales en España, lo que junto a la figura del arraigo para la formación (se otorga un permiso de residencia y trabajo de dos años a quienes cursen el CAP) que el Gobierno aprobó en la pasada Legislatura, está ayudando a las empresas de transporte españolas a contratar conductores en países como Marruecos, Perú, Cuba o Argentina. Debemos continuar trabajando en esta línea, además de continuar presionando para que se vincule el proceso de obtención del carné de conducir al sistema educativo reglado y lograr que se financie parcial o totalmente esta formación, ya que supone una enorme barrera para quien quiere ser conductor profesional (este proceso formativo ronda entre los 4.000 y 6.000 euros)”.