Sólo por poner algún ejemplo, MAN comenzó la comercialización de su Lion’s City E hace alrededor de tres años, y alcanzó la cota de las 1.000 unidades el pasado mes de octubre (entregada, precisamente, a un cliente español, el Grupo Ruiz).
Pero ¿cuándo prevé llegar a las 2.000? Pues el próximo verano, lo que significa que el ritmo de ventas está creciendo de manera exponencial.
En nuestro país, las cifras oficiales indican que se matricularon en 2023 un total de 3.141 autobuses y autocares, de los que 549 fueron full electric (la inmensa mayoría, 537) o híbridos (apenas 12). El crecimiento de este último dato respecto a 2022 es demoledor: +271,6%.
El 17% de todos los buses pesados, incluyendo los autocares, ya son eléctricos
Esto se traduce en que, en nuestro país, más del 17% del total de matriculaciones de autobuses o autocares ‘pesados’, excluyendo a los minibuses, ya son electrificados. Si tenemos en cuenta que la oferta de autocares eléctricos es residual, podemos convenir que el porcentaje de presencia eléctrica en el segmento urbano es mucho más significativo.
Manuel Fraile ya avisó que, en 2023, viviríamos el primer año en el que las matriculaciones de eléctricos superarían a las demás, y así ha sucedido. Y lo normal es que la tendencia no sólo no cambie, sino que se acentúe.
La ayuda europea
Desde Atuc aportan otro dato relevante: los fondos Next Generation han hecho posible la compra de 750 unidades urbanas eléctricas, algunas de ellas pendientes aún de ser entregadas. Y cuando eso suceda, el número de buses eléctricos rondará la nada desdeñable cifra de 900.
Es cierto que el impulso de los fondos europeos ha sido fundamental para este auge, pero también la conciencia sostenible que ha arraigado tanto en las ciudades como en sus habitantes. Por eso, se prevé una larga vida a los urbanos eléctricos, incluso después de que se acaben las ayudas.