Esta acción surge en respuesta a una serie de siniestros recientes, que han puesto de manifiesto los riesgos asociados con tener conductores de edad avanzada al volante durante largas jornadas laborales.
La edad avanzada eleva el riesgo de accidentes
Ambos sindicatos han manifestado su preocupación sobre la seguridad tanto de los conductores como de los pasajeros y las mercancías, así como del resto de usuarios de las vías públicas. Según afirman, las condiciones laborales extenuantes, el estrés y los cambios físicos asociados con el envejecimiento pueden afectar negativamente la capacidad de conducción de las personas mayores, incidiendo además en que la falta de sueño, enfermedades y fatiga contribuyen a un aumento de los accidentes mortales, especialmente entre los conductores mayores de 50 años.
Por otra parte, ambas entidades destacan la importancia de ofrecer condiciones laborales dignas para atraer a personas jóvenes al sector del transporte, y consideran que la jubilación anticipada es una medida crucial para dignificar la profesión. Actualmente la falta de relevo generacional es un problema en la profesión, y de esta manera creen que podría incentivarse un relevo sostenible.
Medidas concretas
Ambos sindicatos exigen pues al Gobierno medidas concretas, incluyendo la regulación de la jubilación parcial y la aplicación de coeficientes reductores por penosidad, peligrosidad o toxicidad. Argumentan que cualquier nuevo sistema legal debe tener en cuenta las necesidades y preocupaciones de los conductores profesionales, sin perjudicar su acceso a la jubilación anticipada.
Para ello, se ha programado una manifestación para el 7 de junio, designado como el día de lucha por la jubilación anticipada de los conductores profesionales. UGT y CCOO advierten que, si sus demandas no son atendidas, podrían convocar un paro general en el sector del transporte por carretera.