El reciente informe de Mario Draghi sobre la competitividad de la Unión Europea pone énfasis en la neutralidad tecnológica como un pilar fundamental para la transición energética, destacando el potencial de los combustibles renovables en sectores difíciles de descarbonizar, como el transporte pesado y marítimo. Sin embargo, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), aprobado recientemente en España, ha sido criticado por priorizar la electrificación, dejando en un segundo plano alternativas como los combustibles renovables, que podrían desempeñar un papel clave en la descarbonización.
Mantener el liderazgo industrial de Europa
Organizaciones como la Plataforma para los Combustibles Renovables y la Alianza por la Competitividad de la Industria Española han celebrado la visión de Draghi, que equilibra descarbonización con competitividad industrial. Estas entidades consideran que un enfoque más inclusivo en cuanto a tecnologías contribuiría no solo a reducir las emisiones de carbono, sino también a mantener el liderazgo industrial de Europa.
Papel crucial
Además, la propuesta de Teresa Ribera como vicepresidenta ejecutiva para la Transición Limpia y Competitiva en la nueva legislatura de la Comisión Europea genera expectativas. Su papel será crucial para abordar grandes desafíos como la descarbonización industrial y la colaboración con todas las partes interesadas en la reducción de emisiones, con el fin de asegurar una transición energética que también considere la competitividad económica del continente.