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Casi la mitad de los autobuses comprados en Europa son eléctricos

Casi la mitad de los autobuses comprados en Europa son eléctricos

La previsiones indican que en 2027 esta cifra podría alcanzar el 100%

lunes 17 de marzo de 2025, 07:00h

En 2024, los autobuses eléctricos han tomado la delantera en la electrificación del transporte público en Europa. Según el último estudio de Transport & Environment (T&E), casi la mitad de los nuevos autobuses urbanos adquiridos en la Unión Europea fueron completamente eléctricos, y las previsiones indican que en 2027 esta cifra podría alcanzar el 100%.

En algunos países el porcentaje de nuevos buses eléctricos ha llegado al 100%

El crecimiento de esta tecnología ha sido impulsado por su menor coste operativo, mayor eficiencia energética y la mejora de infraestructuras de carga en las ciudades. Países como Países Bajos, Finlandia e Islandia ya han logrado que el 100% de sus nuevos autobuses urbanos sean eléctricos, mientras que en España la cuota ha alcanzado el 57%, superando a Reino Unido (56%). Alemania y Francia avanzan en la misma dirección, aunque a un ritmo más moderado.

Por otro lado, los autobuses de hidrógeno han quedado rezagados en esta transición. En 2024, solo representaban el 3% de las ventas, y países que inicialmente apostaron por esta tecnología han decidido abandonarla. Es el caso de los Países Bajos, que en 2021 destinaban el 20% de sus nuevas compras al hidrógeno, pero en la actualidad han descartado por completo esta opción.

Coste menor al hidrógeno

El elevado coste de adquisición, operación y mantenimiento de los autobuses de hidrógeno ha sido una de las principales razones de este cambio. Ciudades como Montpellier (Francia) o Bolzano (Italia) han demostrado que el coste por kilómetro de un autobús de hidrógeno puede duplicar el de un modelo eléctrico. Además, la infraestructura de repostaje ha resultado ser cara y poco fiable, como lo evidencia el caso de Wiesbaden (Alemania), donde una estación de hidrógeno construida por 2,3 millones de euros dejó de funcionar al año de su inauguración, dejando fuera de servicio a toda la flota.

Con estas cifras, todo apunta a que la electrificación total del transporte público en Europa será una realidad en pocos años, consolidando a los autobuses eléctricos como la alternativa más eficiente y sostenible.