¿Alguna vez te has preguntado qué hay detrás del precio de la gasolina o del coste del transporte marítimo? Dos nombres, Brent y West Texas Intermediate (WTI), son los pilares invisibles que regulan el valor del petróleo en buena parte del mundo.
Estos referentes no solo influyen en los mercados financieros, también impactan directamente en la economía diaria de millones de personas. Pero, ¿qué los diferencia y por qué son tan importantes?
Brent: el termómetro energético de Europa
Desde 1988, los contratos de futuro del Brent —con un horizonte habitual de tres meses— se negocian en el International Petroleum Exchange (IPE) de Londres. Su nombre proviene del yacimiento Brent, ubicado en el Mar del Norte y descubierto en 1972, un hallazgo que marcaría un antes y un después en el mercado energético europeo.
Una de sus particularidades es que, al vencimiento del contrato, los inversores pueden optar por recibir físicamente el crudo o liquidarlo en metálico, lo que aporta una gran flexibilidad al mercado.
Hoy en día, más de la mitad del petróleo mundial toma como referencia al Brent para fijar sus precios, aunque con ligeros ajustes según la calidad de cada crudo. Esto convierte al Brent en un auténtico barómetro del sector energético global.
West Texas Intermediate: el referente estadounidense con mejor calidad
En el otro lado del Atlántico, el West Texas Intermediate (WTI) es el petróleo que guía el mercado en Estados Unidos. Extraído en esta región del sur del país, el WTI destaca por su alta calidad, motivo por el que suele tener una cotización ligeramente superior a la del Brent.
Sus contratos de futuro se negocian desde 1983 en la New York Mercantile Exchange (Nymex), y aunque compite con el Brent en protagonismo, ambos se complementan como referentes imprescindibles del mercado energético internacional.
En definitiva, entender la diferencia entre Brent y WTI es mucho más que una curiosidad: es comprender cómo se fija el precio de uno de los recursos más estratégicos del planeta.
