Solo el 6,5% de los conductores tienen menos de 25 años
La brecha generacional es clara: solo el 6,5% de los chóferes tiene menos de 25 años, mientras que más del 31% supera los 55.
Frente a este panorama, empresas como Scania ven en la automatización una posible vía de escape. La compañía sueca está probando camiones autónomos en autopistas y entornos controlados como minas, donde la rotación de personal y el riesgo de accidentes son elevados. La estrategia pasa por usar estos vehículos en rutas repetitivas y de gran volumen, liberando a los conductores humanos para tareas más complejas, como la distribución en el primer y último tramo, el transporte de mercancías peligrosas o el manejo de cargas especiales.
El despliegue total aún depende de factores como la legislación y la aceptación del mercado, pero Scania prevé que esta misma década veremos camiones circulando por carreteras públicas sin conductor a bordo. Aun así, la automatización no eliminaría la necesidad de personal: surgirán nuevos empleos en supervisión remota, operaciones en centros logísticos y mantenimiento. La pregunta no es si los vehículos autónomos reemplazarán a los conductores, sino cómo ambas realidades podrán convivir para garantizar que las mercancías sigan en movimiento.