A partir de hoy los viajeros que quieran realizar el trayecto en autobús Vigo-Pontevedra-Madrid con Auto Res tendrán que pensárselo dos veces, ya que los 30 trabajadores de la empresa en Galicia han anunciado una huelga hasta el día 5 de este mes.
Según ha explicado el responsable de Transportes de CCOO en Vigo, Joel Vázquez, esta nueva huelga puede afectar a unos 2.000 usuarios cada día, sobre todo teniendo en cuenta que con el puente de noviembre en número de conexiones diarias con Madrid aumenta.
De cualquier manera, Vázquez ha confirmado que la autoridad laboral se ha puesto en contacto con la dirección de Recursos Humanos de la empresa para impulsar una mesa de negociación y evitar el inicio de la huelga, por lo que al cierre de esta edición los trabajadores seguían a la espera de un posible acercamiento.
Por su parte, la compañía ha declarado que "lamenta la falta de voluntad del comité de empresa para desconvocar los paros, y su ampliación a las líneas que unen Madrid con Galicia", al tiempo que asegura que "sigue apostando por sus profesionales y por la mejora constante del servicio a sus usuarios". "La compañía ha realizado un esfuerzo importante y (...) ha ofrecido soluciones o alternativas a todas las peticiones del Comité de Empresa, por lo que considera que la convocatoria de paros es desproporcionada y sin sentido. La compañía quiere hacer pública su voluntad para solucionar a la mayor brevedad posible este asunto", han señalado responsables de Auto Res mediante un comunicado. Además, ha informado a los clientes que sólo ha puesto a la venta el 25% de su oferta de plazas dentro de lo estipulado en los servicios mínimos, y que los que no dispongan de plaza podrán optar por la devolución del importe íntegro del billete o cambiarlo para otra fecha.
El origen del problema
Hace 12 años Auto Res absorbió a la empresa Travel Bus y los trabajadores fueron subrogados aunque, según denunció CCOO, "la empresa se negó a aplicarles las condiciones económicos y sociales que perciben los demás trabajadores del grupo". El sindicato asegura que los empleados gallegos pierden un 30% de capacidad salarial con respecto a sus compañeros de otras comunidades, al tiempo que denuncia que se impone la discriminación social a los empleados de nueva contratación.