Desde la compañía sueca aseguran que el completo paquete de servicios ofrecido -que incluye la dotación de unos vehículos respetuosos con el medio ambiente y con bajo coste de explotación- ha resultado crucial en la elección realizada por la ciudad sudafricana.
La inversión en transporte público eficiente de Johannesburgo estará fundamentada en la utilización del concepto BTR (Bus Rapid Transit), con autobuses de gran capacidad de pasajeros que discurrirán por carriles especiales. El objetivo del sistema es evitar los atascos de tráfico y contribuir al desarrollo de un servicio de transportes ambientalmente más racional.
"Para Scania, este es un avance importante en un mercado de autobuses urbanos de rápido crecimiento como el sudafricano", asegura Ljungner Christoffer, director gerente de Scania Sudáfrica. Sólo en Johannesburgo, alrededor de 1.000 nuevos autobuses entrarán en servicio durante los próximos cuatro años, y la tendencia es similar en otras grandes ciudades del país.
Scania ha ofrecido a Johannesburgo un servicio de mantenimiento adicional, proporcionando además formación tanto a los conductores como a los empleados técnicos de la empresa de autobuses.
El pedido de 143 autobuses consta de 41 vehículos articulados y 102 modelos convencionales que serán fabricados en la planta de producción de Scania en Brasil y carrozados por la empresa brasileña Marcopolo. La partida formará parte de la fase inicial del sistema BRT, que se iniciará durante el primer semestre de 2009. Las unidades articuladas tienen una longitud de 18 metros y espacio para 112 pasajeros, estarán equipadas con motores Scania de 9 litros Euro 4 y 310 CV. Los autobuses restantes tendrán 12 metros de longitud, capacidad para 81 pasajeros y motores Euro 4 Scania de 9 litros y 270 CV. Todos los motores dispondrán de recirculación de gases de escape (EGR), sistema que reduce las emisiones reales durante la combustión, eliminando así la necesidad de equipo de postratamiento.
15% menos de tráfico
El nuevo sistema de BRT bautizado constituye la principal iniciativa llevada a cabo en Johannesburgo para resolver sus crecientes problemas de transporte y medio ambiente. La ciudad espera lograr un importante aumento del uso del transporte público, y reducir el tráfico de automóviles en el centro de la ciudad al menos un 15%.