Se trata de un vehículo de última generación de 9,5 metros de longitud y 57 plazas, que se mueve gracias a dos motores eléctricos situados en las ruedas posteriores. Dispone además de un motor diésel encargado de recargar las baterías cuando se ha consumido parte de la carga. Tiene capacidad para aprovechar la energía del frenazo y está equipado con un sistema electrónico para optimizar el gasto energético según el recorrido.
Para las pruebas con pasaje, se han escogido líneas cubiertas con vehículos de dimensiones parecidas, del tipo midi (de 9 a 10 metros de longitud), de propulsión diésel: serán la 126 (bus del Barrio de Sant Andreu), la 185 (Huerta - Metro Canyelles) y la 192 (Hospital de Sant Pau - Poblenou). En estas líneas se han ido haciendo recientemente mediciones de consumos para poderlos contrastar posteriormente con los del prototipo híbrido.