El sistema consiste en un dispositivo que inyecta pequeñas dosis de agua destilada en la cámara de combustión para llegar a los cilindros. Sin necesidad de ningún tipo de reformas, consigue mayor potencia del motor (hasta un 15% de aumento), una casi total eliminación de los gases contaminantes propios de la combustión y un importante ahorro de consumo de combustible (de 10 a 18% en motores diésel, de 10 a 20% en motores de gasolina y de 15 a 25% en motores a gas). Además, alarga la vida útil del motor entre un 70% y un 100% por la eliminación de residuos carbonosos que producen la explosión. Al inyectar el agua a los cilindros aleja la detonación, suaviza las máximas presiones, reduce la temperatura de las bujías, válvulas y gases de escape, no dañando la lubricación de los cilindros.
El sistema funciona tanto en turismo como en camiones, colectivos y logra mayor potencia y ahorro de combustible en cualquier tipo de vehículos con motores de combustión interna.
Desarrollado durante 18 años por Jorge Fioramonti, el sistema ha sido patentado en Argentina y la patente ha sido presentada en EE.UU.
Las cifras han sido facilitadas por Hidroinyección Fioramonti.