El NB4L tendrá un plataforma abierta (con opción de cierre en determinados momentos, como por la noche), permitiendo la reinstauración de un servicio diversificado, con tres puertas (incluyendo la plataforma trasera), dos escaleras y capacidad mínima de 87 pasajeros. También incorporará la última tecnología híbrida, reduciendo un 40% el consumo respecto a un bus diesel y un 15% sobre los actuales híbridos de Londres. Las emisiones serán mejoradas en un 40% de NOx y un 33% de partículas, comparado con buses diesel. "Los londinenses han esperado estoicamente los trabajos para elegir al fabricante que hará realidad el Routemaster del siglo XXI", ha declarado el alcalde de la ciudad, Boris Johnson, pero la decisión ya está tomada. Mark Nodder, del Grupo Wright, considera que "es todo un privilegio y una gran oportunidad para todos nosotros el diseñar y construir un vehículo que, sin duda, llegará a ser reconocido por todo el mundo".