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El transporte en autobús y autocar es el modo más limpio y eficiente de viajar, comparado con los demás

Asintra recoge una nueva entrega del estudio que detalla los puntos fuertes de estos vehículos en distintas regiones

lunes 08 de febrero de 2010, 01:00h

Animar a la gente a viajar colectivamente en autobús y autocar puede ayudar considerablemente a reducir nuestro impacto negativo en el medio ambiente. Según la American Union of Concerned Scientists, al viajar en autobús o autocar, la huella de carbono es la más pequeña de todos los modos de transporte.

Según la patronal, que recoge un estudio publicado en http://www.busandcoach.travel, los datos británicos demuestran que los autocares emiten 0,03 kg de CO2 por pasajero/km, suponiendo la mitad de emisiones de los trenes y siendo radicalmente inferior a la cantidad emitida por los vehículos privados (0,11) y los aviones (0,18).

Un viaje de un pasajero de Londres a Blackpool (385 kilómetros) en el Reino Unido emitirá 11 kilogramos de CO2 si realiza en autocar, 23-25 kg si se hace en tren, 44 en vehículo privado y 68 kg en avión. Si cada autobús en el Reino Unido tomara al menos un usuario del vehículo privado como pasajero, se podrían ahorrar hasta 1,2 millones de toneladas de emisiones de CO2 por año.

Los costes externos (relacionados con el ruido, los accidentes, la congestión y la contaminación) de los autobuses y los autocares son un 26% más bajos que los de los trenes. Esto incluye las externalidades resultantes de la construcción, del mantenimiento y de la cobertura terrestre de la infraestructura necesaria, así como el ruido y las partículas emitidas por la resistencia al rodamiento y el frenado.

Desde 2000 hasta 2005, gracias a la innovación y a la enorme inversión de la industria en nuevas tecnologías, los autobuses y los autocares alcanzaron, en Europa, una reducción sin precedentes del 60% de los costes externos, mientras que en Estados Unidos los autocares revelan las emisiones de CO2 más escasas por pasajero/milla comparado con los otros modos de transporte. Conviene también destacar que 25 autobuses o autocares modernos no hacen más ruido que un único autobús o autocar construido antes de 1980.

Una voluntad permanente de permanecer en lo más alto

Los fabricantes y los operadores trabajan mano a mano para mejorar permanentemente los resultados medioambientales de los autobuses y los autocares. En la mayoría de los países, el 10% de la flota de autobuses y autocares se renueva cada año, utilizando la última tecnología disponible en términos de respeto al medio ambiente, seguridad y confort. Las flotas más modernas emiten una cantidad perceptiblemente más baja de partículas contaminantes y consumen mucho menos combustible, mejorando calidad del aire y preservando el medio ambiente. Como ejemplo, durante los últimos tres años se han invertido cerca de 971 millones de dólares en nuevos autobuses y autocares en el Reino Unido.

En Europa, gracias a la enorme inversión de la industria del autobús y el autocar en nuevas tecnologías, las emisiones nocivas tales como el monóxido de carbono, los hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno y las partículas, se han reducido hasta un 98%.

Los autobuses y autocares construidos en la actualidad son notablemente más económicos en cuanto al consumo de combustible, especialmente teniendo en cuenta el número de viajeros que transportan. Para trasladar a un pasajero sobre 100 kilómetros, los autobuses y los autocares necesitan, de media, entre 0,6 y 0,9 litros de combustible diesel mientras que, de media, un coche diesel consumirá 5,9 litros de combustible, un coche de gasolina 7,6 litros, un avión 6.6 litros y los trenes de alta velocidad 2,6 litros.

Según estudios sobre el rendimiento energético (por viajero transportado) de diversos modos de transporte, encargados por el gobierno francés, los autocares son tres veces más eficientes que los coches particulares y de dos a tres veces más eficientes que los trenes regionales, y esto, mientras que Francia posee una de las redes ferroviarias más grandes del mundo. Para el transporte interregional, el autocar es tres veces más eficiente que el tren en términos de energía consumida por pasajero transportado, de cuatro a cinco veces más eficiente que el coche particular, y 10 veces más eficiente que el avión.

Los autobuses y los autocares son un activo en la reducción de la congestión y, consecuentemente, de la contaminación atmosférica y de los accidentes en carretera. La tasa de ocupación media del vehículo privado está bajando en todo el mundo. En la Unión Europea, la tasa es en algunos casos se reduce hasta el 1,1-1,2 en distancias cortas. Incluso para los viajes familiares, la tasa sólo llega al 1,4-1,7.

En Europa, un autocar puede reemplazar hasta 30 vehículos privados en términos de tasa de ocupación media, mientras que un autocar lleno tiene el potencial de sustituir a 55 coches en las carreteras de EE.UU, así perceptiblemente se va reduciendo la congestión, las emisiones y consumo energético del transporte de viajeros por carretera.