Aun reconociendo que las ventas y, en consecuencia, la producción han disminuido en la fábrica, el sindicato cree que "Nissan no debería optar por la solución más fácil, que es despedir trabajadores, sino que debería presentar nuevos proyectos de futuro que doten a la planta de la carga de trabajo necesaria para mantener la plantilla".
Este compromiso debería ser obligado, a juicio de CCOO, ya que no se entiende que una empresa que lleva años recibiendo multimillonarias ayudas públicas, tanto de la Junta de Castilla y León como del Gobierno central, plantee los despidos de los mismos que, con sus impuestos, le están pagando subvenciones.
Desde la organización sindical sostienen que hasta ahora, la empresa ha llevado a cabo cuatro expedientes de suspensión temporal, y presentó un quinto que finalmente fue retirado. "Los trabajadores han hecho grandes esfuerzos durante los últimos años para garantizar la viabilidad de la fábrica, ahora le toca a Nissan". Por todos estos motivos, la Federación de Industria de CCOO solicitará a la empresa nuevos productos que garanticen el futuro de la planta y el mantenimiento del empleo.