Alrededor de 60 personas trabajan en los depaartamentos de diseño de producto de las diferentes compañías del grupo (Volvo Trucks, Volvo Buses, Volvo Construction Equipment y Volvo Penta). Patrik Palovaara se especializa en camiones, y su última creación es el nuevo FMX.
"Es verdad que el diseño del camión atiende a criterios racionales como la aerodinámica o la ergonomía", indica Palovaara, "pero también existe una dimensión emocional. El aspecto del vehículo está muy relacionado a su función, su identidad y, por tanto, a la marca".
El Volvo FMX es un claro ejemplo. El técnico sueco y su equipo basaron el diseño del camión en su precedesor, el FM, pero acentuando su robustez y otras características mediante la introducción de cambios externos que refuerzan estas cualidades. También se han añadido nuevas funcionalidades, como un dispositivo de remolque completamente nuevo en el centro del frontal, que implica un cambio estético que le diferencia de su antecesor. "Hemos buscado un diseño para los clientes de construcción, y la respuesta del mercado nos demuestra que hemos acertado", indica Palovaara.
Proceso
El primer reto del diseñador es interpretar los requerimientos y preferencias del cliente, y los resultados de los estudios entre usuarios, y luego crear su visión personal del nuevo camión. En esta fase, se realizan innumerables bocetos, dando rienda suelta a la imaginación e incluyendo algunos conceptos tradicionales para aportar realismo. "Cuando hacemos los bocetos, solemos trabajar sobre tres temáticas", según Palovaara, "una visión extrema, una básica y otra intermedia".
A continuación, el equipo elige el camino a desarrollar. Entonces comienza la producción de modelos CAD para verificar factores como la ergonomía, aerodinámica y funcionalidad del nuevo camión. La resistencia al aire tiene una importancia estratégica por su incidencia en el consumo. Se construye un modelo a escala real para permitir más verificaciones, al tiempo que hace posible una idea más completa del vehículo.
Volvo Trucks lleva muchos años colaborando con el Instituto de Diseño de la Universidad sueca de Umea en esta materia. De hecho, en Umea se encuentra una planta de cabinas del grupo. Y han llegado a la conclusión de que el diseño es un factor de competitividad.