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RESPUESTA DE LA CARRETERA

La AEC ‘estupefacta’ antes las últimas medidas anunciadas por el Gobierno en materia de eficiencia energética

Datos del Proyecto Setismo muestran que reducir la velocidad de 50 a 30 km/h incrementa el consumo en un 40%

lunes 07 de marzo de 2011, 01:00h

A la vista de las últimas medidas anunciadas por el Gobierno en materia de eficiencia energética, que inciden directamente sobre la carretera, la AEC ha estimado necesario hacer públicas una serie de consideraciones. En primera instancia, hace un llamamiento a la reflexión y al estudio pormenorizado de las medidas que desde las administraciones públicas se deseen implementar en el ámbito viario.

En este sentido, la Asociación pone a disposición de las autoridades "todo su bagaje técnico y científico, acumulado durante más de seis décadas de investigación en este campo".

La Asociación Española de la Carretera recuerda que, pese a los esfuerzos del Gobierno por cambiar esta tendencia, por carretera se sigue transportando el 90% de los viajeros y el 85% de las mercancías, ratios que responden a decisiones de movilidad adoptadas por los usuarios.

Pese a todo ello, en el momento actual, "las Carreteras se han convertido en el eje central de medidas que no sólo no benefician a este modo de transporte como tal, perjudicando, al tiempo, el camino hacia la recuperación económica, sino que podrían poner en riesgo las mejoras alcanzadas en materia de seguridad vial durante las últimas dos décadas", afirman desde la AEC.

"Primero fue la construcción de nuevas obras de carreteras (con la reprogramación de 112 contratos y la rescisión de otros 27), más tarde la conservación de las infraestructuras viarias existentes (especialmente de sus firmes, a cuyo mantenimiento no se ha destinado un solo euro en 2010), y ahora le ha llegado el turno al equipamiento, modificando los límites genéricos de circulación de forma contradictoria o planteando la reducción de la iluminación de las vías".

Contradicciones

Tras la celebración en Córdoba del 2º Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial los días 17 y 18 de febrero, la Dirección General de Tráfico anunciaba su intención de generalizar las Zonas 30 en las ciudades, "para adecuar la velocidad a las exigencias de seguridad de peatones y ciclistas". Una semana más tarde el Consejo de Ministros aprobaba un Real Decreto que modifica el Reglamento General de Circulación, estableciéndose el límite de velocidad máximo genérico en autovías y autopistas, para turismos y motocicletas, en 110 km/h. El objetivo: reducir el consumo de combustible ante la coyuntura internacional y la evolución al alza del precio del petróleo.

"Ambas medidas, que pudieran parecer complementarias, son, sin embargo, contradictorias desde el punto de vista de eficiencia energética", postula la AEC. "En efecto, diversas investigaciones revelan que el consumo medio de un vehículo tiene una relación directa con el régimen de conducción, es decir, con las revoluciones que alcanza el motor durante el trayecto".

Datos extraídos del Proyecto Setismo (Estudio del Sector Transporte en España. Desarrollo y Aplicación de Modelos de Análisis de las Condiciones para un Incremento Sostenible de la Movilidad), ponen de manifiesto que reducir la velocidad de 50 km/h a 30 km/h incrementa el consumo de combustible en un 40% (de 58 gr/km a 80 gr/km), en tanto que pasar de 120 km/h a 110 km/h supone una disminución del consumo del 8% (de 63 gr/km a 58 gr/km).

Otro cálculo interesante para la AEC, que aportaría una visión global de la eficacia de la medida a punto de entrar en vigor en la red de alta capacidad española, pasa por estimar el coste económico que se derivará del aumento del tiempo invertido en los desplazamientos como consecuencia de la reducción de la velocidad genérica.

‘De la decepción a la estupefacción’

Frente a éste y otros temas, como un anuncio del Ejecutivo respecto a un nuevo Plan de Ahorro Energético que afectaría a la iluminación de las vías, la AEC afirma que ha pasado "de la decepción a la estupefacción, en un momento en el que las infraestructuras viarias parecen haberse convertido en responsables de la crítica situación económica que atraviesa nuestro país". "La actual política estatal de transportes —que afecta de forma exclusiva al modo viario, ¿acaso los otros modos no consumen energía?— pone en riesgo los esfuerzos que el conjunto de la sociedad española ha realizado en las dos últimas décadas para dotarse de una red de infraestructuras de carreteras moderna, eficiente, eficaz, respetuosa con el medio ambiente y, sobre todo, segura", finaliza el comunicado.