El proyecto SmartCEM se presentó a la convocatoria de la Comisión Europea de 2011 sobre programas pilotos en innovación. El Proyecto SmartCEM ha sido uno de los Proyectos seleccionados. A través del mismo, la Unión Europea aportará a Dbus 85.025 euros y al Ayuntamiento 44.436 euros en concepto de participación en la iniciativa.
Junto a Dbus y el Ayuntamiento de Donostia–San Sebastián, participan también en el proyecto otras ciudades y entidades. Entre ellas están las ciudades de Barcelona y Turín, la Universidad de Newcastle, entidades como Tecnalia o el Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi, Ertico en Bélgica, NEC Europe y Gateshead College en el Reino Unido, o Idiada y el RACC en Cataluña, así como la Diputación Foral de Guipúzcoa.
El proyecto incide en la movilidad eléctrica que se espera se desarrolle en los próximos años en las ciudades y consiste en valorar el comportamiento de los vehículos eléctricos y la adaptación de los conductores desde el punto de vista de cambio de necesidades al dejar de utilizar un vehículo de combustible tradicional por uno eléctrico. También se estudiarán las posibles oportunidades de nuevos negocios en torno a la movilidad eléctrica que podrían darse en el futuro.
En su participación en el Proyecto, Dbus aportará la experiencia de conducción con el nuevo autobús híbrido ya en funcionamiento en las líneas, analizando el comportamiento del vehículo en distintos entornos urbanos y estudiando las variaciones que supone con respecto al uso de vehículos tradicionales.
En el Ayuntamiento, ese cambio de comportamiento se valorará con los clientes del nuevo sistema de car-sharing eléctrico que se instalará en la ciudad con el objetivo de posibilitar a los ciudadanos la posibilidad de desplazarse y moverse sin necesidad de vehículo propio, complementando de modo puntual el car-sharing a la utilización habitual del transporte público. Para ello se prevé que la tarjeta de transporte público pueda ser utilizada también para acceder a dicho servicio.
Punto de vista del usuario
A través de este proyecto, las ciudades podrán ver cuál puede ser el desarrollo futuro de los vehículos eléctricos en la ciudad desde el punto de vista del usuario, se desarrollarán herramientas para medida, monitorización y evaluación de las emisiones de carbono. Se evaluará cuánto puede ser optimizada la eficiencia en el transporte teniendo en cuenta la sostenibilidad medioambiental y, por último, se apoyará la interacción en tiempo real entre las diferentes partes: conductor, vehículo, gestión de la infraestructura e infraestructuras de energías.