La recaudación del polémico impuesto, que se grava tanto a la gasolina como al gasóleo para financiar la Sanidad, y cuyo recargo autonómico, además del estatal, está siendo ya aplicado en nueves CCAA, no iría a parar a la caja Osakidetza sino que su destino serían las haciendas forales, las competentes en la materia, que lo tratarían como otro impuesto indirecto: el 70% para el Gobierno Vasco y el 30% para las diputaciones.
Desde Guitrans recuerdan que Bruselas ha cuestionado la legalidad de este impuesto y que la Comisión Europea emitió un dictamen en 2008 en el que instaba al Gobierno español a modificar la legislación porque entendía que el impuesto no se ajustaba a las directrices de la UE. Ante las dudas, se ha planteado la cuestión ante el Tribunal de Justicia de la UE, que podría obligar a la Agencia Tributaria española a devolver a los consumidores lo recaudado en los últimos cinco años por este impuesto.
El IVMDH consta de un tramo estatal de 2,4 céntimos por litro y otro autonómico que puede ascender a un máximo de 4,8. Puede sumar, por tanto, 7,2 céntimos por litro a lo que habría que añadir el IVA del 18%. En total, 8,5 céntimos.