La instalación cumple ahora cumple 25 años y por ella han pasado más de 82.000 escolares durante este tiempo. El objetivo es claro: que sean conductores, viajeros o peatones respetuosos y responsables, evitando así accidentes. Un cuarto de siglo de buen trabajo de sus responsables que le acaba de hacer merecedor del premio que otorga Fesvial, la Fundación para la Seguridad Vial.
Durante el curso, los escolares de los colegios de Alcobendas desde educación infantil hasta secundaria, pasan por el Parque de Educación Vial. Allí aprenden nociones fundamentales sobre cómo cruzar la calles de forma segura; entender las señales de los agentes de tráfico; distinguir las señales de peligro, obligación o indicación; conocer los límites de velocidad; o cómo se debe socorrer a los accidentados...
Otra parte fundamental de los cursos y, en la mayoría de los casos, la más divertida para los chavales, es la práctica. Montados en bicicletas o cars los alumnos recorren el parque y ponen en práctica lo aprendido. Y si no respetan las normas son ‘multados’. La penalización consiste en bajar del vehículo y perderse las próximas vueltas.
En el caso de los alumnos de secundaria, las prácticas son con ciclomotores. Este es un colectivo con el que hay que trabajar especialmente en la concienciación de la peligrosidad de superar los límites de velocidad o de seguir las normas para evitar futuros accidentes.
Otros cursos
Aunque el parque está orientado, fundamentalmente, a la educación de los más pequeños, se llevan también a cabo otros cursos, programas y actividades para el resto de la población. Acciones como los cursos de ciclomotores, los programas de mayores, la formación de voluntarios de Protección Civil o la de monitores de ocio y tiempo libre.
Anualmente, asisten a los cursos programados en el parque unos 3.000 niños, 200 jóvenes, 100 adultos y 300 mayores. Además, todos los sábados y domingos por la mañana (y también por la tarde a partir del cambio al horario de verano) el parque está abierto para todo el mundo.
