Los motores de estos vehículos, de la marca Volvo, reciclan la energía y el calor generados por los frenos para transformarlos en energía eléctrica que se utiliza para propulsar el autobús. Este sistema es especialmente útil en recorridos urbanos por la frecuencia con la que se usa los frenos. Con este sistema híbrido el consumo de gasoil se reduce hasta en un 30% y se reducen las emisiones contaminantes entre un 40% y un 50%. Otra ventaja de este tipo de motores es su arranque silencioso por la utilización del motor eléctrico al inicio de la marcha.
Además de la motorización especial, los nuevos autobuses incorporan diseño especial para recorridos urbanos, con suelo bajo y sistemas de accesibilidad para sillas de ruedas.