Con este nuevo programa, se pretende establecer formas de desplazarse más sostenibles, utilizar modos de transporte más eficientes y reducir el impacto sobre los ciudadanos y el medio ambiente, para mejorar las condiciones de movilidad de ciudadanos y trabajadores. "La promoción de la Seguridad Vial es esencial, sobre todo en aquellos centros donde hay gran incidencia de accidentes en misión y debe ser parte de la línea estratégica de Responsabilidad Social corporativa de las empresas", ha comentado María Jesús Magro, directora general de la Fundación Pons.
Desde la fundación señalan que los cambios socioeconómicos ocurridos en las últimas décadas han afectado sustancialmente a la evolución del transporte en general y de la movilidad en nuestras ciudades en particular, desembocando en una cada vez mayor dependencia del vehículo privado. En las ciudades actuales la movilidad se caracteriza por seguir unos patrones difusos, donde las distancias recorridas son cada vez más largas, producto de la descentralización de zonas residenciales y centros de trabajo y, como consecuencia, la motorización en las ciudades está en continuo crecimiento.
La relación causa y efecto parece clara y los motivos son diversos: las ciudades sufren una expansión urbana hacia los extrarradios, los viajes cada vez son más largos y es necesario el uso del coche, hay más coches se encuentran circulando por las carreteras y en la ciudad. También la congestión, contaminación y ruido son cada vez más frecuentes en la ciudad resultando en efectos negativos sobre la competitividad económica, medio ambiente, seguridad vial, salud y, en definitiva sobre la calidad de vida de los ciudadanos.
Ante esta pérdida de calidad de vida, los ciudadanos prefieren fijar su residencia fuera de la ciudad, haciéndoles más dependientes del automóvil para sus desplazamientos cotidianos y eso ha supuesto que el sector de transporte en España haya incrementado su consumo energético a lo largo de los últimos años, siendo en la actualidad el primer consumidor de energía a nivel nacional, superando al industrial. Asimismo, y según estudios realizados, los costes asociados a accidentes de tráfico en España están en el orden del 2% del PIB nacional, más o menos unos 16.000 millones de euros.
El concepto de movilidad sostenible pretende asegurar un equilibrio entre las necesidades de movilidad y accesibilidad, al tiempo que favorecer la protección del medio ambiente, la cohesión social y el desarrollo económico. Se trata, en definitiva, de proporcionar a la ciudadanía alternativas al automóvil que sean más respetuosas con el medio ambiente pero que también sean funcional, social y económicamente óptimas para el viaje que se pretende realizar. Para conseguir este objetivo, promoviendo la movilidad sostenible, desde la Fundación Pons se ha puesto en marcha el ‘Plan de Movilidad’, para su implantación tanto en ciudades como en centros de trabajo.
Concienciación ciudadana
Según Enrique Huertas, experto en Planes de Movilidad de la Fundación Pons: "Un Plan de Movilidad, además de proporcionar alternativas al automóvil (itinerarios peatonales y ciclistas seguros, transporte público, coche compartido, carsharing, teletrabajo…), debe tener la concienciación ciudadana como un pilar fundamental en su elaboración". También ha destacado que: "Este nuevo programa se concentra en dos aspecto: la formación y la educación en valores, tanto de la Seguridad Vial como viaria, y la parte de consultoría para analizar patrones de movilidad y proponer medidas que se ajusten a las necesidades de cada empresa".
