La compañía, que ha iniciado las negociaciones con los representantes de los trabajadores a través de la junta directiva, también informó que está ultimando la reestructuración de la fábrica de Turku, al suroeste del país, para aumentar la competitividad y mejorar su rentabilidad.
Ambas medidas responden a la necesidad del grupo sueco de reducir su capacidad productiva para ajustarla a su demanda de Europa, y supondrán el despido de aproximadamente 300 trabajadores.
Volvo Buses, la división comercial dedicada a la fabricación de autocares, cuenta actualmente con cuatro plantas en Europa, de las que dos están ubicadas en Finlandia, una en Polonia y otra en Saffle (Suecia).
Volvo AB se dedica principalmente a la producción de camiones, autobuses y vehículos para la construcción, desde que en 1999 vendiera su negocio de automóviles al grupo norteamericano Ford.