Tras seis meses en vigor Fenadismer calcula que tras la aprobación del Decreto ley 1/2012, por el que se estableció el impuesto sanitario sobre los carburantes en su cuantía máxima (4’8 céntimos por cada litro de gasóleo), se han dejado de repostar en Andalucía 190 millones de litros de carburante.
La federación solicitó a la Junta de Andalucía que aprobara el régimen de devolución de esta tasa al colectivo de transportistas para no colocarlos en situación de desventaja competitiva frente a los transportistas de otras regiones. Según explica Fenadismer, la aprobación del impuesto situó a Andalucía "a la cabeza en presión fiscal por dicho tributo, frente a las demás Comunidades Autónomas".
Proceso de estimación de las pérdidas
La estimación de Fenadismer se basa, según se explica, en la diferencia entre el total de combustible recaudado en los seis meses de aplicación del impuesto y los seis meses correspondientes al año anterior, tomando los datos oficiales publicados por el Organismo Oficial de gestión de productos petrolíferos. Cada litro que se deja de repostar en la Comunidad Autónoma supone una pérdida de 19 céntimos correspondientes a la fracción del impuesto de hidrocarburos que la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas les asigna. A esto, Fenadismer suma los 4’8 céntimos por litro del propio impuesto. En total, cada litro genera a la Hacienda andaluza un total de 24 céntimos, "lo que ha supuesto una merma de ingresos total en el semestre de 45’3 millones de euros".