La reforma de este Reglamento sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y las orientaciones políticas dictadas por la Unión Europea en materia de seguridad vial para el periodo 2011-2020, en lo referido a la implantación o adaptación de la legislación como medida efectiva de intervención y prevención.
La modificación del Reglamento viene a adaptarse a una nueva realidad, en la que, aunque el coche sigue siendo el medio de transporte más utilizado, los peatones y las bicicletas han adquirido un importante protagonismo que ha llevado a muchas administraciones locales a desarrollar políticas de movilidad y seguridad vial.
Las medidas
Por este motivo, con la idea de reducir la siniestralidad en el caso urbano y configurar una ciudad más cómoda y sostenible, la DGT propone introducir el límite de velocidad de 30 km/h en muchas de las calles de las ciudades.
Asimismo, en autopistas y autovías el límite de velocidad máxima seguirá siendo 120 km/h. Ahora bien, se podrá aumentar dicho límite, mediante paneles de mensaje variable, hasta un máximo de 130 km/h.
En cuanto al uso del cinturón de seguridad se amplia el grado de cobertura poblacional a fin de proteger a todos los usuarios y el nuevo reglamento prevé una regulación proclive a la seguridad de los menores, con el objetivo de que ningún menor fallezca por no llevar el cinturón de seguridad o la sillita infantil.
Por otro lado, el nuevo Reglamento da un paso más hacia uno de los comportamientos más preocupantes en los últimos años entre los conductores españoles como es el consumo de drogas y la conducción y ha determinado la saliva como muestra biológica de detección en los procedimientos para la realización de controles preventivos.
Por último, la reforma del Reglamento de Circulación incluye, por primera vez en la historia de nuestro país, un capítulo entero dedicado a la bicicleta con medidas para fomentar su uso como modular la velocidad de los vehículos a motor en las vías urbanas para facilitar la integración de los ciclistas, fomentar su visibilidad con la utilización del alumbrado y prendas reflectantes homologadas, e integrar al ciclista en el flujo circulatorio.