"La Tarjeta Transporte Público (TTP) de la Comunidad de Madrid es un ejemplo de seguridad en el tratamiento de datos, cumpliendo las medidas más estrictas durante su proceso de fabricación", eso es lo que concluye el CTM en una nota de prensa remitida esta semana con motivo de la visita del gerente del Consorcio de Transportes de Madrid, Jesús Valverde, a una de las plantas donde se fabrican este tipo de tarjetas en la Comunidad de Madrid.
La producción de la tecnología implantada en las TTP fue encargada a la empresa Oberthur, una empresa afincada en Torrejón de Ardoz, en el Corredor del Henares. En cada una de sus tres plantas de la Comunidad, la empresa produce cerca de 5.000 tarjetas diariamente. Hasta sus plantas llegan los datos de miles de usuarios del transporte público madrileño, personas que han solicitado el nuevo servicio electrónico en sus abonos de transporte.
Importación electrónica de datos
Sobre el proceso de importación de los datos personales de cada persona en su abono electrónico "hay que tener en cuenta –explicó el responsable autonómico- que además de datos personales, estas tarjetas tienen una tecnología que permite la recarga de títulos de transporte y, por tanto, todo el proceso debe ser minucioso y seguro."
La Comunidad de Madrid, a través de un concurso público, encargó a Oberthur la fabricación de 2 millones de Tarjetas Transporte Público, incluyendo el chip de tecnología sin contacto, antes del proceso de personalización. Esta planta se abrió en Torrejón de Ardoz en 2006 y sólo existen cuatro en Madrid con las mismas garantías de seguridad.