Durante su intervención en una jornada con motivo del Día de la Logística 2014, organizada por el CEL en el Centro de Excelencia Empresarial de Coslada (Madrid), Magro recordó que el transporte es el responsable del 40% de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.
En el marco de la Unión Europea, según explicó la directora general, se está trabajando en dos directivas para rebajar la huella de carbono de los combustibles y para promover los biocombustibles de segunda generación obtenidos de residuos.
Añadió que "una correcta gestión del transporte es una de las medidas que contemplamos en nuestra hoja de ruta", tras destacar que "la gestión eficiente de los diferentes modos de transporte en una buena optimización intermodal es imprescindible y contribuye a reducir las emisiones de efecto invernadero".
Reducir la huella de carbono
Asimismo, Susana Magro añadió que "estamos inmersos en tiempos de cambio y los próximos años serán interesantes en este sector", al tiempo que se refirió a la importancia de incorporar el cálculo de la huella de carbono en las actividades logísticas.
"Creemos que la huella de carbono es una buena herramienta para identificar no solo las emisiones del transporte, sino también como medida de eficiencia y, por ello, hemos decidido incentivarla con el Real Decreto por el que se crea el Registro nacional de la Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono", un instrumento puesto en marcha por el Ministerio de Medio Ambiente para que las empresas calculen y reduzcan su huella de carbono.
Susana Magro concluyó que, al igual que en el transporte, la medida de la huella de carbono en los procesos de fabricación es "un elemento de competitividad y su reducción viene asociada con la mejora en eficiencia al producir más con menos energía", por lo que animó a las empresas a que se incorporen a estos esquemas.
