Este auge de la red de distribución de carburante responde a un crecimiento sostenido del parque susceptible de usar GLP, que en 2013 aumentó un 30% hasta los 28.000 vehículos. El objetivo es llegar a los 200.000 vehículos en 2017.
La mayoría de los puntos de suministro de Autogas se encuentra repartido por las comunidades de Cataluña, Andalucía y Valencia, pero también se han abierto en Madrid, País Vasco, Castilla la Mancha, Castilla y León, Baleares, Aragón y Navarra.
Los operadores de Autogas insisten en las ventajas económicas (un ahorro de hasta un 40 % con respecto a los combustibles tradicionales) y medioambientales (descenso de las emisiones de CO2, reducción de las emisiones de NOx en un 68 % y de partículas contaminantes en un 99 %).