El paro fue convocado por la Unión Sindical de Base (USB), Or.S.A. y Cib Unicobas y secundado por el "100% de los trabajadores en la ciudad de Nápoles (sur)" o "el 90% en Trento (norte)", mientras que en otras ciudades italianas como "en Roma (centro) fue apoyada por el 70%", y por "el 40% en la región de Fiuli" (norte), según informa la agencia EFE.
En toda Italia, la huelga ha tenido "un seguimiento medio del 60% de los trabajadores del sector del transporte", según cifras remitidas por USB en un comunicado.
Fueron convocados a la huelga los trabajadores pertenecientes al transporte aéreo, marítimo, ferroviario, urbano -público y privado- y los empleados de la Azienda Nazionale Autonoma delle Strade (ANAS), que gestiona las carreteras del país.
El parón comenzó el pasado viernes en las principales ciudades del país, como Roma o Milán. Ciudades como Bolonia, Nápoles y Palermo también han amparado la huelga, mientras que en Turín ha sido cancelada para garantizar la celebración del Salón gastronómico del Gusto.
Más allá del sector transportes, también han protestado contra las políticas del primer ministro italiano, Matteo Renzi, "profesores, bomberos y miembros de la Sanidad", entre otros sectores.