El gigante asiático argumenta esta decisión en la protección de la seguridad de los usuarios y apunta que los vehículos deben tener permiso de taxista o pertenecer a una compañía de alquiler de coches para poder prestar servicio, ha informado Europa Press. La legislación china no permite trasladar pasajeros y obtener beneficios y, por tanto, no es legal la actividad de aplicaciones como Uber en el país.
El Gobierno de Shanghai detuvo a 12 conductores que recurrieron a la plataforma de contacto Didi Dache, una de las aplicaciones más populares en la región, y multó a cada infractor con hasta 10.000 yuans (casi 1.380 euros) en el mes de diciembre. La capital china, Pekín, también ha empezado a ser más severa en el control de este tipo de servicios.