154 millones de euros es la cantidad que el Gobierno prevé ingresar durante 2016 con cargo a las cotizaciones por las contingencias de cese de actividad de los trabajadores autónomos, de acuerdo con el Programa 224M de los Presupuestos de la Seguridad Social, un 4 % menos que en 2015. Sin embargo, el gasto por esta cobertura será sólo de 9 millones, es decir se produciría un superávit en la gestión de la prestación de 145 millones de euros.
Para la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) esta previsión es “sorprendente y sobre todo contradictoria” con los objetivos establecidos por la Ley que modifica el Régimen Jurídico de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, que establece un nuevo sistema de acceso a la prestación con el objetivo de flexibilizarlo y facilitarlo.
Hasta el año 2015, el 75% de las solicitudes presentadas por los autónomos que se encuentran en cese de actividad se resuelven negativamente debido a la complejidad de la prueba de la situación de cese, especialmente entre los autónomos que declaran por el Régimen Objetivo de Módulos.
Para UPTA parece que el Gobierno no confía en que la nueva articulación permita mejorar esta gestión, “puesto que prevé aprobar menos solicitudes, incluso prevé que haya menos cotizantes”, asegura el secretario general de la Organización, Sebastián Reyna.
UPTA considera que no se puede basar el presupuesto para 2016 en el estado de gasto de 2015, ya que el cambio legal debe modificar el gasto para este próximo año.
