El estudio revela que son las pymes las más dispuestas a incorporar vehículos que se puedan conducir por sí solos, ya que al tener menos recursos, son los que más se pueden beneficiar en términos de productividad y de rentabilidad. Aunque todas las empresas coinciden en que el empleado debe estar siempre sentado al volante, aunque no lo maneje, para evitar posibles fallos que pueda tener esta tecnología.
El 49% a favor de incorporar el coche autónomo
Los empleados, a favor
Los empleados también están a favor de este tipo de coches, ya que lo consideran como una solución para reducir el nivel de estrés y aumentar su motivación al sentir que la empresa se preocupa por ellos. De igual modo, no estarían dispuestos a despreocuparse totalmente de la conducción y afirman que estarían siempre pendientes de la carretera.
Según Manuel Orejas, director del CVO, “el coche autónomo significa ahorro para la empresa y motivación para el empleado, se trata de una herramienta de prevención de riesgos laborales y optimización del tiempo de trabajo”.