Las conclusiones clave ponen de relieve la importancia del conductor, el estado de los vehículos, las inspecciones técnicas y la regulación que permite la actividad empresarial
La colaboración exitosa entre la IRU y el Grupo del Banco Mundial ha dado como resultado la primera guía para mejorar la calidad y la competencia, basada en ejemplos prácticos de reforma regulatoria en otros países. Está dirigido a los gobiernos y los responsables de la formulación de políticas en las economías emergentes y en desarrollo, donde la movilidad de la carga es casi enteramente dependiente del sector del Transporte por carretera.
Las brechas típicas de rendimiento incluyen altos costes, menor rentabilidad, falta de seguridad vial, preocupaciones ambientales, burocracia y corrupción. A menudo, se exige a los transportistas regulados que compitan contra los operadores informales fuera de los marcos regulatorios. Cambiar este escenario para establecer un nivel de juego mejora la transparencia, la seguridad y la sostenibilidad.
El Secretario General de la IRU, Umberto de Pretto, ha comentado que "el objetivo es fomentar entornos regulatorios transparentes en los que las empresas de nueva creación y establecidas puedan crecer y profesionalizar sus operaciones, mejorando la seguridad, la sostenibilidad, la resistencia y la competencia". Ofreciendo un marco completo, desde una evaluación de los sistemas existentes hasta la implementación del cambio, la guía demuestra cómo analizar los datos para identificar las áreas de enfoque y luego esboza cómo estructurar un plan de acción detallado.
Para José Luis Irigoyen, Director Principal de Prácticas Globales de Transporte y TIC del Grupo del Banco Mundial, "los miles de millones que se invierten en infraestructura viaria sólo darán todo su potencial para el crecimiento económico y la creación de empleo si los servicios logísticos están operando eficientemente a lo largo de estas carreteras. Esta guía proporciona un conjunto de principios para ayudar a los responsables de la formulación de políticas y los profesionales a evaluar los distintos desafíos del transporte por carretera y seleccionar un camino de reforma más adecuado a la etapa de desarrollo económico de un país ya su capacidad institucional".
Importancia de la formación
La formación profesional se pone de relieve a la vista de las principales conclusiones, que muestran que el empleo en los servicios de transporte por carretera alcanza hasta el cinco por ciento del total y un estudio reciente en África oriental, que encontró 1,2 puestos de trabajo por cada camión en carretera. Establecer marcos de cualificaciones y ofrecer formación reconocida internacionalmente promueve técnicas de conducción ecológica y conduce a menos accidentes y multas, menor consumo de combustible y menos mantenimiento del vehículo.
Paralelamente, los incentivos de renovación de la flota y las inspecciones de vehículos pueden cambiar radicalmente el rendimiento. Desde mediados de la década de 1970, el consumo medio de combustible
ha disminuido en un 40%, desde 50 litros por 100 kilómetros hasta 30 litros por 100 kilómetros en 2008. Operaciones formalizadas, sistemas modernizados de seguimiento de mercancías y comunicaciones también ayudan a racionalizar la industria. Un ejemplo de desregulación de la industria en México en 1989 mostró una disminución en el costo de la distribución de productos básicos en un 25%. El estudio de caso refuerza la necesidad de crear un entorno propicio para el desarrollo de una industria del transporte por carretera segura, fiable pero competitiva.
