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Correos toma la decisión de promocionar el Camino de Santiago

Los peregrinos disponen de información en castellano e inglés para orientarse en sus centros repartidos por distintas ciudades

miércoles 13 de septiembre de 2017, 07:00h
Uno de los mapas que reparte Correos.
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Uno de los mapas que reparte Correos.

Correos ha diseñado y editado los mapas con las “10 cosas que hacer” en las ciudades de León, Pamplona, Santiago y en el Camino a Fisterra y Muxía. Estos mapas están destinados a los peregrinos que pasan por dichas localidades al iniciar, continuar el Camino Francés a Santiago de Compostela o realizar su Ruta Jacobea desde Santiago hasta la Costa da Morte.

Los planos son gratuitos y están disponibles en oficinas, albergues y hoteles

De este modo, a través de una sencilla ilustración, los planos permiten orientarse por las distintas calles de los cascos históricos y situar barrios y monumentos de interés turístico y cultural. Las guías de CORREOS incluyen además información y consejos en castellano e inglés, con el objetivo de que la visita sea lo más completa y enriquecedora posible.

Los mapas son gratuitos y están disponibles en las oficinas de CORREOS, albergues, hoteles y otros establecimientos hosteleros presentes en el Camino Francés y en las distintas localidades del Camino a Fisterra y Muxía. Además las guías pueden descargarse en PDF en la web,el portal que la entidad postal dedica al Camino de Santiago con información sobre las etapas y servicios especiales en las distintas Rutas Jacobeas.

Lista de 10 consejos

Entre los 10 consejos que CORREOS ofrece a los peregrinos, destacan las visitas a los monumentos, museos, barrios, calles y parques más representativos de cada localidad. Asimismo las recomendaciones hacen mención a la vida gastronómica y cultural sin olvidar la obligada referencia a los tradicionales mercados que cada semana tienen lugar en las calles de estas ciudades.

Además de las recomendaciones de qué hacer, en el mapa de Fisterra y Muxía también se aconseja qué no hacer, de este modo se advierte a los peregrinos del peligro que supone asomarse a los acantilados y se les recuerda la importancia de no abandonar sus pertenencias, una costumbre adoptada por algunos visitantes que daña el entorno.