Net Zero Tech 2025, el evento de referencia en España para la descarbonización industrial y energética, ha publicado los resultados oficiales de su huella de carbono, con un total de 31 toneladas de CO₂ equivalente (tCO₂e) generadas durante su celebración los días 4 y 5 de junio en La Farga de L’Hospitalet de Llobregat. El informe ha sido elaborado por la consultora SinCeO2 bajo el estándar UNE-EN ISO 14064-1:2019, y refuerza el compromiso de la organización con la transparencia y la mejora continua en la gestión ambiental.
El estudio desvela que el 78% de las emisiones totales se concentraron en los desplazamientos de los asistentes, lo que supone 24,32 tCO₂e. A esto se suman 5,89 tCO₂e vinculadas al uso de materiales promocionales, servicios como el catering y el alojamiento, mientras que el consumo energético representó apenas el 2% del total. La categoría con menor impacto fue la de emisiones directas en instalaciones fijas, con solo 0,20 tCO₂e.
Durante el evento se computaron más de 435.000 kilómetros de desplazamientos, 674 pernoctaciones y unos 155 kilos de materiales promocionales. Para ello se utilizaron encuestas de movilidad, estimaciones energéticas y registros contables de los servicios contratados. El análisis incorpora también una evaluación de incertidumbre con un margen de ±6,9 %, clasificado como “bueno” según el Greenhouse Gas Protocol.
Como parte de su compromiso con la neutralidad climática, Net Zero Tech ha compensado sus emisiones mediante dos proyectos inscritos en el Registro del Ministerio para la Transición Ecológica. El primero es el Bosque ECO2 Internacional, en Torrejón de la Calzada, donde se plantarán 486 árboles capaces de absorber hasta 577 toneladas de CO₂ en 50 años. El segundo, el Proyecto MONCHOA, está orientado al desarrollo comunitario sostenible mediante reforestación y prácticas agroecológicas.
Con más de 1.500 asistentes, 50 expositores y 200 ponentes, Net Zero Tech 2025 se consolida como un espacio líder para la innovación climática en España. La organización reafirma así su papel como catalizador de la transición energética y modelo en la celebración de eventos responsables con el clima, estableciendo nuevas metas de reducción de impacto para futuras ediciones.