Con esta perspectiva, el fabricante de neumáticos Continental está convencido de que los neumáticos para vehículos comerciales tienen mucho que ofrecer en cuanto a potencial de ahorro en los gastos de explotación de las flotas. Una segunda vida de los neumáticos multiplica la distancia recorrida por casi el doble y reduce los costes en un 50 % aprox.
Aunque no todas las carcasas son apropiadas para el recauchutado, puesto que los requisitos de calidad son muy elevados, si un neumático gastado pasa las exigentes pruebas y los expertos determinan que la estructura de la carcasa no está dañada, es posible proceder a la operación de recauchutado.
Una ventaja para el transportista es "la reducción de los costes de la segunda vida de sus neumáticos en casi un 50%", afirma Eckhard Wilanek, director ejecutivo del departamento de Flotas y Recauchutado de Continental. El valor de la carcasa está incluido en este cálculo.
Calidad premium
Así, Continental no sólo promete una nueva vida para sus neumáticos recauchutados, sino además, una calidad premium. "Las ContiRe® siguen un proceso de producción similar al de los neumáticos nuevos: tienen el mismo aspecto que los nuevos y el mismo rendimiento kilométrico", explica Wilanek.
Las más modernas técnicas de control y los procesos de producción más avanzados, así como pruebas de durabilidad y seguridad, garantizan una calidad del producto constante, explican desde la marca. Se emplean los mismos dibujos y mezclas que en la fabricación de ruedas nuevas. Según Continental, solamente se utilizan carcasas en perfecto estado. Wilanek añade que "las carcasas técnicamente perfectas y de alta calidad Continental son una materia prima de gran valor y forman la base para las ContiRe®". Una rueda con una carcasa de gran durabilidad puede recauchutarse hasta tres veces. Por tanto, el que compra una rueda recauchutada no sólo alivia su bolsillo, sino también el medio ambiente, ya que el recauchutado implica un ahorro de energía y materias primas. Además, con el uso optimizado de carcasas se reduce la cantidad de ruedas gastadas, lo que supone otra ventaja para el medio ambiente.