Son vehículos con uno, dos o tres años de la gama actual de Scania que son sometidos a una exhaustiva evaluación, la misma que se aplica a los nuevos. La campaña se encuentra activa hasta el 31 de marzo de 2018. Desde Scania aseguran que estos vehículos usados ofrecen “las mismas exigencias que a uno nuevo: resistencia integrada, durabilidad, fiabilidad y costes operativos bajos”.
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