En la presentación se ha destacado que "esta es la medida más importante que se ha tomado en materia de Movilidad en los últimos 10 años para que Zaragoza avance en un nuevo modelo de movilidad sostenible en la ciudad". Se trata "del más importante proyecto de España, sólo precedido por Madrid, por su dimensión y por la velocidad de transformación de la flota".
El Gobierno ha dado instrucciones a la empresa concesionaria, Avanza, para que a partir de ahora todos los vehículos pendientes de renovación sean progresivamente sustituidos por autobuses eléctricos. En concreto, en el próximo año y medio se incorporarán un total de 68 autobuses eléctricos, 51 de ellos de 12 metros y, el resto, 17, de 18 metros (articulados). A largo plazo, esta incorporación supondrá un ahorro económico.
Aunque los autobuses eléctricos tienen un precio inicial más alto que uno híbrido, su coste de operación es menor, ya que tienen un menor consumo de energía neta. Además, su mantenimiento es más sencillo. Se trata, además, de vehículos más cómodos y silenciosos. Pero el aspecto más destacado es el de su sostenibilidad en el medio urbano, debido al drástico ahorro en la emisión de gases contaminantes. Sustituir cada autobús diésel por otro eléctrico supone un ahorro de 1.700 toneladas de CO2 emitidas a lo largo de su vida útil. Se calcula que, cuando toda la flota esté sustituida por vehículos eléctricos, Zaragoza ahorrará más de 621.000 toneladas de emisiones de CO2.
La incorporación, el pasado año, de 4 autobuses eléctricos a la red de autobuses urbanos de Zaragoza ha servido como "test definitivo" para confirmar la viabilidad de esta tecnología en nuestra ciudad, teniendo en cuenta además las mejoras previstas en los próximos años en cuanto a la capacidad de las baterías y su velocidad de carga.