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Neutralidad climática antes de 2050 y reducción mínimo un 55 % de los gases

Neutralidad climática antes de 2050 y reducción mínimo un 55 % de los gases

lunes 02 de agosto de 2021, 07:00h

Confebus ha participado en la consulta pública que la Comisión Europea ha lanzado sobre la revisión de las Directrices sobre ayudas estatales en materia de clima, energía y medio ambiente y la ampliación del ámbito de aplicación para permitir el apoyo en ámbitos como la movilidad limpia. Las normas sobre ayudas estatales desempeñarán un papel crucial para lograr los objetivos del Pacto Verde Europeo, y, en particular, la transición eficiente hacia la neutralidad climática antes de 2050 y la reducción los gases de efecto invernadero como mínimo en un 55 % de aquí a 2030.

El límite actual del 40% del sobrecoste establecido en las Directrices resulta imposible para que muchas empresas puedan realizar la inversión adicional para adquirir nuevos vehículos de transporte limpios comprometiéndose la absorción de los fondos

En este sentido, Confebus ha querido destacar como los modos de transporte más sostenibles serán claves para conseguir dichos objetivos de descarbonización y neutralidad climática. A este respecto, hay que tener en cuenta que el autobús es un instrumento crucial en la lucha contra el cambio climático, ya que genera menos emisiones de gases de efecto invernadero que cualquier otro modo de transporte: 3,7 veces menos que un avión, 5,5 veces menos que un coche y un 13% menos que un tren. Además, en términos de emisiones de CO2, el autobús genera menos emisiones por pasajero y kilómetro que cualquier otro modo de transporte terrestre, excepto el ferrocarril. Por otro lado, cada autobús sustituye entre 14 y 30 coches en las carreteras, siendo una herramienta eficaz para reducir la congestión, las emisiones de CO2 y el uso de combustibles fósiles. También hay querido recordar que las externalidades negativas asociadas al transporte por carretera no se relacionan con los autobuses. De hecho, las cifras de la Agencia Europea del Medio Ambiente muestran que casi todas las emisiones de CO2 asociadas al transporte por carretera no representan al transporte en autobús.

En vista de lo anterior, la Confederación considera imprescindible que las nuevas directrices faciliten las inversiones en los modos de transporte más sostenibles y eficientes, tales como los autobuses. El precio de este tipo de vehículos, y en particular de los autobuses eléctricos y de hidrógeno, sigue siendo una importante barrera para su adquisición y despliegue, y más en un contexto de crisis económica en el que los operadores se han visto gravemente afectadas y las perspectivas de recuperación son inciertas. Esta situación no solo pone en peligro la existencia de las empresas, en su mayoría pymes, sino también los objetivos de descarbonización del transporte por carretera dado el papel estratégico que desempeñará este sector. Asimismo, Confebus señala la importancia de que la evaluación de ayudas para la renovación de flotas con el objetivo de acelerar alternativas bajas en carbono y con cero emisiones netas de carbono contabilice las emisiones CO2 de manera correcta. En este sentido, la medición de las emisiones en el tubo de escape continuará distorsionando los incentivos para reducir el CO2 en el transporte profesional por carretera. Es necesario utilizar el criterio más completo del pozo a la rueda para evaluar y determinar la compatibilidad de las inversiones e incentivos para la descarbonización del transporte por carretera con las normas de ayudas estatales.

Si bien el hidrógeno y la electricidad a menudo se consideran erróneamente como combustibles de emisiones cero, si se tienen en cuenta todas las emisiones de CO2, incluyendo las emisiones generadas en la fabricación y distribución de estos combustibles alternativos, puede surgir una imagen más realista de las emisiones de estos combustibles alternativos y, por tanto, de su contribución ambiental.Por otro lado, las directrices deben tener en cuenta que, para vehículos pesados que prestan servicios de larga distancia, las tecnologías de cero emisiones no existen todavía. No obstante, el autobús es uno de los modos de transporte más sostenible y ofrece una alternativa excelente para reducir las externalidades negativas del transporte. Por ello, la Comisión debe tener en cuenta la contribución medioambiental del sector y la falta de alternativas viables a la hora de evaluar las ayudas para la renovación de flotas.

Por último, y en el plano de la adquisición o leasing de vehículos limpios, señala que resulta imposible ignorar los efectos nefastos de la pandemia en la movilidad de las personas y, en consecuencia, en la competitividad de las empresas que operan servicios de transporte en autobús.En este sentido, la próxima implementación de los planes nacionales de recuperación y resiliencia coincidirá con la entrada en vigor de las nuevas Directrices prevista para enero de 2022 y, como la Comisión ha recordado en su evaluación de los planes nacionales, las ayudas a las empresas con cargo a los fondos Next Generation EU a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, serán consideradas ayudas de estado no pudiendo equivaler la presentación del plan nacional a una notificación formal.

Las futuras ayudas a la renovación de flotas de autobuses serán, pues, ayudas de estado y deberán ser notificadas a la Comisión Europea para su aprobación con arreglo a las futuras Directrices.Para lograr que, en el contexto actual, vayan de la mano de los objetivos de sostenibilidad, libre competencia y competitividad de las empresas, Confeus pide que se modifiquen los límites propuestos, siendo necesario que las ayudas para vehículos con tecnologías de bajas o cero emisiones puedan cubrir la práctica totalidad (nunca inferior al 80%) del sobrecoste de adquisición de la tecnología. El límite actual del 40% del sobrecoste establecido en las Directrices resulta imposible para que muchas empresas puedan realizar la inversión adicional para adquirir nuevos vehículos de transporte limpios comprometiéndose la absorción de los fondos, el éxito de la recuperación post-Covid, así como los objetivos de sostenibilidad del Pacto Verde Europeo.